Tu entorno está a punto de ser transformado, la desinformación es parte de la estrategia. Ponemos a tu disposición parte de la información que la sociedad civil ha estado recabando en torno a los proyectos del gobierno para la instalación de plantas regasificadoras transnacionales a lo largo de la costa de Baja California. Tu participación es necesaria humanidadesycultura@yahoo.com

jueves, abril 21, 2005

Autorizan otra regasificadora

Tomado del periódico Frontera, 21 de abril de 2005

Estará frente a las costas de Rosarito
Aprueban otra regasificadora
Fausto Ovalle
fovalle@frontera.info

TIJUANA, B.C.(PH)
La Semarnat autoriza a Moss Maritime instalar una planta flotante a 8.5 kilómetrosLa empresa Moss Maritime recibió la autorización de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para instalar otra planta regasificadora de gas natural licuado en las costas de Baja California.

La planta estará ubicada a 8.5 kilómetros mar adentro de las costas de Playas de Rosarito, frente a las instalaciones de Pemex.Moss Maritime, que pertenece a la compañía italiana Saipem y que inició el trámite para su instalación en enero, es la cuarta empresa que recibe la autorización de la dependencia federal; antes fueron Sempra Energy, Shell y Chevron Texaco.

De acuerdo al resolutivo del manifiesto de impacto ambiental de la planta regasificadora, del cual Frontera tiene una copia, la Semarnat autorizó la planta el pasado 13 de abril.El proyecto consiste en la instalación y operación de una terminal flotante de almacenamiento de gas natural licuado, que estará montada sobre un buque tanque estacionario.

La planta contará con la infraestructura para que tres veces al mes un buque deposite el gas natural licuado, que será almacenado en seis tanques y después trasladado a tierra a través de un ducto, detalla el documento de autorización firmado por el director General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat, Ricardo Juárez Palacios.

La empresa estima que, una vez obtenidas las autorizaciones, los trabajos de ingeniería iniciarán en el segundo trimestre del 2006.La conclusión del proyecto, que contempla invertir 55 millones de dólares, detalla, se tiene programada para el 2008.El 70% de la mano de obra será nacional y el resto extranjera.

Respecto de los daños que podría ocasionar la planta, la dependencia federal consideró que el manifiesto de impacto ambiental de la empresa contempla que si se provoca un daño al ecosistema la empresa estará obligada a repararlo.Sin embargo, indicó que la autorización es condicionada a que cumpla al 100% con los aspectos ambientales.

Para realizar los trámites ante la autoridad federal, la compañía Moss Maritime utilizó como promovente a la empresa Terminales y Almacenes Marítimos de México, SA de CV (Tammsa), su socia mexicana.

miércoles, abril 20, 2005

Miércoles 9 de febrero de 2005
Ninguno tiene experiencia en trabajar con el energético ni infraestructura adecuada
Firman México y Rusia inviable acuerdo para abastecer de GNL a Estados Unidos
ECONOMIST INTELLIGENTE UNIT/INFOESTRATEGICA
El 14 de enero las empresas paraestatales energéticas de México y Rusia (Pemex y Gazprom) llegaron a un acuerdo preliminar para trabajar en conjunto con el fin de abastecer de gas natural licuado (GNL) al mercado estadunidense. Será un acuerdo divertido de observar: ninguno de los dos países tiene experiencia en trabajar con el GNL y la infraestructura mexicano-estadunidense de gas es inadecuada para la tarea, además de que actualmente envía gas al sur, no al norte. El acuerdo pone de relieve un problema mexicano que se acerca con rapidez a un punto crítico.
A diferencia del petróleo, el gas natural no puede ser enviado con facilidad por una red de ductos. La única forma es someterlo a un súper enfriamiento para licuarlo y después cargarlo en depósitos de diseño especial para su envío a una terminal regasificadora, donde se descarga y calienta para transportarlo en ductos. Tanto Rusia como México carecen de instalaciones de súper enfriamiento y regasificación, y ninguno cuenta con las capacidades tecnológicas o el dinero necesario para construirlas.
El trato es que Gazprom compre un cargamento de GNL de otro productor y lo venda a México, el cual acabará vendiéndolo a Estados Unidos. La idea es que Rusia y México establezcan los cimientos financieros y los vínculos para cuando Rusia pueda producir GNL y México importarlo directamente para exportarlo a través de ductos a su vecino del norte.
Rusia está conectada a sus clientes europeos primarios mediante la red de transporte de gas natural más extensa del mundo. Gazprom no sólo está enfocada, con justa razón, a surtir a sus clientes europeos, sino que no puede costear la inversión de varios miles de millones de dólares necesaria para explotar los recursos cercanos al puerto de Murmansk, en el océano Artico, y luego para construir una planta licuefactora para las exportaciones de GNL.
La solución de Gazprom a este problema ha sido proponer que socios extranjeros paguen la cuenta, pero le enseñen a construir y operar tales instalaciones y le den una tajada sustancial de las ganancias. Sobra decir que nadie ha aceptado la ''ganga''. Aun si alguien lo hiciera, el Artico ruso no es un lugar amable: suponiendo que el proyecto se lanzara hoy, el primer cargamento de GNL no se enviaría antes de 2013, por lo menos.
La situación de México es igualmente extraña. La Constitución contiene una norma que considera ilegal la propiedad extranjera de cualquier activo petrolero, así que no hubo una estampida de capitalistas extranjeros que inviertan en energía mexicana. Pemex intenta darle la vuelta al problema con los contratos de servicios múltiples (CSM), en los cuales extranjeros exploran, perforan, producen, refinan, transportan y comercializan gas natural al menudeo, pero técnicamente no son propietarios de él. El entusiasmo internacional ha sido bastante frío.
México no puede satisfacer siquiera su demanda interna. Aparte de las arcaicas leyes sobre inversión -hasta los rusos y nigerianos permiten la propiedad extranjera-, la demanda nacional de electricidad se incrementa en la medida en que el país se integra más a las economías estadunidense y global. En consecuencia, la demanda de gas natural se ha elevado más de 50 por ciento en 10 años, a 45 mil millones de metros cúbicos anuales. Ya México gasta más de 2 mil millones de dólares al año en importar 9 mil 400 millones de metros cúbicos de gas natural de Estados Unidos, país que a su vez es importador de gas natural: obtiene de Canadá la mayor parte de su suministro. No puede ser un proveedor confiable de México mucho tiempo.
Tal situación ha forzado a México a mirar hacia otros países, y es probable que haya encontrado un proveedor en Australia. Los australianos ya negocian para abastecer a un par de consorcios internacionales que buscan construir instalaciones regasificadoras de GNL en el noroeste de México, las cuales no podrían estar más lejos de la instalación propuesta de Murmansk. La idea es proveer a México, y por extensión al sur de California y Arizona.
A diferencia de los rusos, los australianos tienen una industria de GNL funcional, confiable y competitiva en costos, al punto de que japoneses, chinos, coreanos y taiwaneses -y ahora hasta los mexicanos- se disputan el GNL australiano. El problema es que si bien México tiene 425 mil millones de metros cúbicos de gas natural bajo suelo, carece de la voluntad política o de los recursos para dar los pasos necesarios para abastecerse a sí mismo.
Traducción: Jorge Anaya

La Jornada

Ambientalistas: podría ser blanco de ataques terroristas

Arriesga el ecosistema la planta de regasificación en Tijuana

ISRAEL RODRIGUEZ

Miembros de Greenpeace en Islas Coronado. La organización ambientalista advierte que las plantas regasificadoras constituyen un alto riesgo para el ecosistema y tendrán un impacto negativo sobre la flora y fauna, entre ellas el lobo marino, la foca pinta y el ratón venado .

La planta de regasificación que comenzó a instalar Chevron-Texaco contigua a las Islas Coronado, frente a las costas de Tijuana, Baja California, pone en riesgo el equilibrio del ecosistema en la zona, advirtieron diversos grupos ambientalistas nacionales e internacionales, quienes reconocieron que las instalaciones de gas natural licuado en México eventualmente podrían constituir un blanco terrorista, ''por el sólo motivo de proveer gran cantidad del energético a Estados Unidos''.

Representantes de 35 organizaciones civiles, entre las que destaca Greenpeace, el Border Power Plant Working Group de California, el Comité Estatal contra la Instalación de las Plantas Regasificadoras y de Energía Eléctrica, Grupo de Ecología y Conservación de las Islas AC, Amazon Watch, entre otros activistas, coincidieron en señalar que este tipo de impacto ambiental coloca a esta parte del territorio nacional en un punto de vulnerabilidad similar al deterioro que sufren otros lugares del planeta por las prácticas industriales de Chevron-Texaco.
Los grupos opositores iniciaron desde el 20 de febrero de este año una campaña entre la población, que consiste en colocar una bandera blanca afuera de sus casas con la leyenda ''No a las regasificadoras en Baja California''. Además, el 18 de marzo, día de la expropiación petrolera, iniciarán una serie de protestas que consistirán en distribuir información específica y certera, respaldada por estudios de diferentes organizaciones internacionales, acerca de los daños que causarán las plantas.
Carlos A. Atallah, vicepresidente para América Latina de Chevron-Texaco, declaró este viernes que la planta tendrá un reducido impacto visual y ecológico. Descartó que acciones terroristas pudieran atacar sus instalaciones, porque consideró que existen blancos más atractivos. Informó que Chevron-Texaco busca construir tres plantas regasificadoras, dos en México y una en el estado de California, en Estados Unidos.
Luis Arturo Moreno Vega, coordinador de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace, alertó sobre el impacto negativo que esta planta regasificadora (ubicada a unos 13 kilómetros mar adentro frente a las costas de Tijuana) tendrá sobre la flora y fauna, entre ellas el lobo marino, la foca pinta, el ratón venado, la salamandra delgada, el petrel de Leach, el cormorán de doble cresta, así como la afectación a la mayor colonia de anidación en el mundo del mérgulo de Xantus, ave marina protegida en México y Estados Unidos.
Denunció la estrategia que Chevron- Texaco está llevando a cabo en Tijuana para convencer a la población de las bondades de instalar una planta regasificadora en su territorio, así como la elaboración de encuestas a todas luces manipuladas, en las que se destaca la aprobación del proyecto por los ciudadanos de aquella región.
Moreno Vega afirmó: ''Hasta el momento, las empresas no han asegurado a la ciudadanía que habrá energía más económica y tampoco han explicado cuáles serán realmente los beneficios''.
En Ecuador, Chevron-Texaco enfrenta desde octubre de 2003 un juicio interpuesto por 30 mil personas, la mayoría de ellas indígenas, que acusan a la empresa de haber contaminado la selva amazónica ecuatoriana durante su operación en el país, desde 1972 a 1990, y de haber propagado enfermedades entre el ganado y los seres humanos, como el cáncer y enfermedades cutáneas.
Durante sus 28 años de operación en la Amazonia Ecuatoriana, se calcula que Texaco derramó 30 millones de galones de crudo. Fueron 16.8 millones de galones los registrados por la Dirección General del Medio Ambiente, debido a la rotura del oleoducto principal y el resto, conservadoramente, se calcula que son derrames provenientes de las líneas secundarias y del mal manejo de los pozos.
En octubre del 2002, mujeres de las comunidades Ijaw e Itsekiri, que viven en la región del Delta del Níger, en Nigeria, ocuparon las instalaciones de extracción de petróleo de Chevron Nigeria Limited. La protesta se debió al desempleo que sufren sus hijos y maridos, así como al descuido de la infraestructura y la contaminación que se propaga.
Klaus Werner y Hans Weiss, en El libro negro de las marcas, documentan y desenmascaran las verdades turbias que se esconden detrás de las imágenes exitosas de las grandes corporaciones.
En el caso de las grandes firmas petroleras internacionales, como Texaco, han otorgado financiamiento a guerras civiles y tráfico de armas, destrucción del sustento vital en regiones petrolíferas, y han colaborado con regímenes militares.

http://www.jornada.unam.mx/2005/mar05/050307/023n2eco.php

martes, abril 12, 2005

Jueves 6 de enero de 2005
John Saxe-Fernandez
Gracias al insistente -y aventurado- activismo desplegado por el gobierno de Fox a favor de las grandes empresas petroleras, gaseras y de generación eléctrica a lo largo de la frontera norte y, de manera especial, en Baja California, prácticamente desde tiempos del secretario de Estado William Seward (1861-1869) nunca había sido tan intenso el interés estadunidense por el dominio de Baja.
En historia de la doctrina Monroe (Eudeba, 1964) Dexter Perkins recuerda que bajo el pretexto de defender esa doctrina, Seward propuso que su país asumiera los pagos del servicio de la deuda mexicana durante tres años a cambio "de un embargo preventivo sobre... la Baja California, Chihuahua, Sonora y Sinaloa", lo que, según reconoció ante el Congreso de esa nación su ministro en México, "terminaría probablemente con la cesión de la soberanía" a Estados Unidos. Aunque entonces la propuesta fue rechazada, el interés por Baja y los otros estados norteños se mantuvo a lo largo del siglo XX y creció con el inusitado aumento de la inversión estadunidense en el negocio turístico, de bienes raíces y más recientemente en el vital y estratégico sector energético.
Siguiendo el "guión" del Banco Mundial, Vicente Fox colabora entusiastamente en la "colonización energética" de Baja. Ahí se despliega, vertiginosamente, todo un esquema que la Casa Blanca, su aparato de "seguridad nacional" y las empresas del ramo (entre ellas Sempra Energy, Shell y Conoco) conciben como uno de los pivotes del "futuro orden energético global" centrado en la explotación no sólo del petróleo, sino también del gas natural y su uso para la generación de electricidad. Con el desarrollo de la tecnología para hacer líquido al gas natural (LNG, por sus siglas en inglés) se facilita su transportación marítima y con ello la necesidad de terminales portuarias y plantas de "regasificación". Aunque todavía el proceso LNG es costoso y ambiental y políticamente riesgoso, según diversas fuentes autorizadas, recibe gran impulso empresarial y estatal (Bush y Fox), porque además de ser un gran negocio, se le concibe como un medio para hacer frente a la vulnerabilidad estratégica de Estados Unidos ante la gran volatilidad en los precios del petróleo. Volatilidad, sea dicho de paso, paradójicamente acicateada por la brutal toma militar de la reserva petrolera iraquí que desestabilizó Medio Oriente y con ello a la geopolítica del orbe. Pero como en Estados Unidos el aprovisionamiento doméstico de gas natural también se dificulta -con alta incertidumbre en los precios-, la línea oficial tanto del gabinete económico como de seguridad de Bush se centra en la promoción de "terminales LNG". Según Paul Roberts (The End of Oil, Houghton Mifflin, 2004), Alan Greenspan, jefe de la Reserva Federal, advirtió al Congreso estadunidense en 2003, en medio de insuficiencias en el suministro de gas, que de no impulsarse "una gran expansión de la capacidad de terminales LNG para la importación" de gas, el país enfrentaría graves dislocaciones económicas. Baja pronto se transformó en uno de los sitios predilectos para tal negocio, por su proximidad con Estados Unidos y porque cuenta con un gobierno mexicano alcahuete que haría a un lado los potenciales costos ecológicos, desatendería el rechazo social y político local, y ofrecería subsidios por la vía de un régimen impositivo "benigno" diseñado para impulsar la inversión extranjera. El gobierno de Fox, a pesar de impugnaciones locales sobre crecientes riesgos político-militares y de la crítica de sectores ambientalistas, gestionó rápidamente el primero de los tres permisos requeridos para que Sempra empiece la construcción de una de sus plantas en la meseta de la Costa Azul, que transformarán metano líquido y congelado en vapor de gas, para satisfacer, no las necesidades energéticas de México, sino de Estados Unidos. Se trata de un proyecto que Sempra espera tener en operación a principios de 2006.
Como con el resto de los proliferantes proyectos en curso en Baja, el gas, la electricidad y las ganancias se dirigen al norte. La contaminación, los bajos salarios y los riesgos de seguridad se quedan acá. Algo que podrá comprobar quien visite la termoeléctrica de Mexicali, otra operación de Sempra terminada en 2003 que funciona con gas traído de el país vecino, sustituible por el que llegará a la Costa Azul, proveniente de Bolivia o Indonesia. La torpeza de Fox es de orden mayor al impulsar, en medio de una guerra con reacciones "asimétricas" (terroristas) contra la agresión de Estados Unidos en Irak, que . Baja -y la frontera norte- se transforme en uno de los principales ejes para el abastecimiento energético estadunidense. La "integración infraestructural" con Estados Unidos que fomenta ya colocó al territorio nacional como blanco potencial de ataque, vulnerando la seguridad e integridad de la nación. Como expresó Michael Clark, vocero de Sempra: "Nosotros vemos a California (EU) y a Baja California como una región y nuestra meta es asegurarnos que la región tenga la suficiente infraestructura energética para enfrentar sus necesidades futuras" (cursivas mías).
saxe@servidor.unam.mx

Chevron Texaco y la destrucción de la Amazonia. Heinz Dieterich

Chevron Texaco y la destrucción de la Amazonia Heinz Dieterich
Rebelión
En el “Juicio del Siglo”, el Frente de Defensa de la Amazonia (FDA) trata de lograr que la transnacional estadounidense Chevron Texaco asuma la responsabilidad por la destrucción ecológica y de vidas humanas que ha causado en la Amazonia ecuatoriana. Cinco organizaciones, seis abogados y miles de afectados y simpatizantes se enfrentan a una de las corporaciones transnacionales más poderosas de la tierra que se niega a reparar los daños por más de seis mil millones de dólares que ha provocado en la Cuenca alta del Amazonas, entre 1971 y 1992.
Según los abogados de las víctimas, Chevron Texaco ha cometido varios delitos, entre ellos posibles casos penales: 1. lo que la ingeniería forense llama “malas prácticas operativas”; 2. ha incurrido, según la ley ecuatoriana en “fraude en la remediación”, al actuar con “engaño doloso”, sospecha de colusión y premeditación y alevosía; 3. ha incurrido en la utilización dolosa de documentación falsa lo que constituye una figura penal.
1. La criminal negligencia de Chevron Texaco
Durante sus años de operación en la Amazonia ecuatoriana, la Chevron Texaco explotaba la riqueza petrolera del país con técnicas muy contaminantes, que usaban diferentes tipos de “fosas de tierra” o “piscinas de deshechos” para deshacerse de los contaminantes químicos y residuos petroleros resultantes de las exploraciones y explotaciones.
En este sistema sumamente contaminante, que hace décadas no se usa en Estados Unidos, se vierten los desechos tóxicos de las plataformas de extracción en simples fosas excavadas cerca de la plataforma en el suelo. Según el tamaño de la piscina, el gradiente del agua subterráneo, la permeabilidad del suelo y otras variables, los tóxicos contaminan todo el ecosistema circundante, inclusive entrando por los flujos subacuaticos a los ríos cercanos, que, a su vez, alimentan el Amazonas. Con este sistema la Chevron Texaco se ahorró los gastos de instalar y operar una adecuada Planta de Disposición Final, capaz de tratar los residuos toxicos de manera ecológica. Los ahorros para la empresa, según los cálculos de los querellantes, ascienden a alrededor de 4 mil millones de dólares,
Un estudio de la empresa ecológica estadounidense, Global Environmental Operations, Inc., calificó los diferentes tipos de piscinas usados por la Chevron Texaco en Ecuador, de la siguiente manera.
1. Piscinas de perforación abierta, con varios metros de profundidad que pueden contener petróleo libre, sulfato de bario, fluidos de perforación y residuos de petróleo.
2. Piscinas de producción y de desechos de petróleo abiertas, que pueden contener entre 5% y 40% de aceites libres, desechos de petróleo y otros fluidos y que pueden haber estado en fuego en una o más ocasiones.
3. Piscinas de perforación cubiertas por vegetación con una cubierta de 15 a 30 cm. de grosor, flotando sobre una capa de agua y aceites.
4. Piscinas cerradas mediante el movimiento de suelo que, como resultado, contiene una mezcla de sales, lodo, fluidos de perforación, aceites y tierra.
2. La catástrofe ambiental y sus costos de remediación
Los daños ambientales generadas por estas “malas prácticas operativas” de la transnacional en la región amazónica fueron cuantificados por la abogada ambientalista Judith Kimerling en 1991, en el libro Amazon Crude (Petróleo amazónico), de la siguiente manera: 1. la deforestación de por lo menos un millón de hectáreas en los bosques pluviales del Ecuador, 2. el derramamiento de alrededor de 17 millones de galones de petróleo crudo; 3. la quema de 235 mil millones de pies cúbicos de gas natural de deshecho y, 4. el “vertido intencional” de 19 mil millones de galones de residuo tóxico sin tratamiento, en el ambiente.
Bajo la presión del gobierno ecuatoriano, el consorcio Chevron-Petroecuador accedió en 1992 a realizar una evaluación ambiental de sus operaciones entre 1973 y 1990. La auditoria, realizada por una empresa canadiense escogida por la transnacional, confirmó 93 vertidos en los pozos y 10 en las estaciones para el lapso de tiempo analizado. De 18 muestras de agua, 12 (67 %) sobrepasaron los criterios de calidad de vertido para cloruros; 16 (89 %) sobrepasaron la calidad de vertido para sulfuros, y todos (100 %) sobrepasaron los criterios de calidad de vertido para sólidos suspendidos. La conclusión del estudio fue que las operaciones en los campos petroleros potencialmente “no cumplían con las leyes y reglamentos ecuatorianos”.
La dimensión del desastre causado por la transnacional se refleja en el estudio preliminar “conservador” de la Global Environmental Operations, Inc., sobre los costos de limpieza de la catástrofe ecológica: 1. La remediación de las 554 piscinas de lodo, 455 millones de dólares; 2. la remediación de las 73 charcas en las estaciones de separación, $US 183 millones; 3. la remediación de aguas subterráneas a un total de 627 piscinas, $US 190 millones; 4. Sedimentos de los ríos, $US 1.32 mil millones; 5. Humedales, $US 1.8 mil millones; 5. Limpieza de alrededor de 11.95 millones de metros cúbicos de agua contaminada, $US 2.026 mil millones; 6. Infraestructura adicional, $US 140 millones. Costo estimado total: $US 6.114 mil millones.
3. La catástrofe humana
Dos estudios de salud pública, uno realizado bajo los auspicios de una de las instituciones de posgrado más importantes de Europa, la London School of Hygiene and Tropical Medicine (“Informe Yana Curi”), y el otro por la Escuela de Salud Pública de la prestigiada Universidad de Harvard, encontraron que los carcinógenos vertidos en las operaciones de la Chevron Texaco desde mediados de los años setenta en el oriente ecuatoriano podrían tener consecuencias devastadores para la población de esta zona de 100 000 km2 de bosque húmedo tropical.
El estudio realizado por investigadores asociados a la Universidad de Harvard en abril de 1993, demostró que los vertidos de agua producidos por la Texaco contenían muy altos niveles de compuestos orgánicos volátiles, así como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y carcinogénicos. En los Estados Unidos un cáncer en exceso por un millón de habitantes es típicamente considerado como el límite aceptable por exposiciones ambientales. Este estudio concluye que en las regiones muestreadas existe un límite de riesgo entre 12 y 1.000 veces mayor.
Pruebas clínicas en personas que sufren de afecciones cutáneas patológicas encontraron que existía una relación causal firme entre la exposición relacionada al petróleo con la salud adversa. Así mismo, muchos de los defectos de nacimiento, los cánceres, las enfermedades respiratorias y los abortos espontáneos que han sido reportados en la región, pueden ser resultantes de los contaminantes tóxicos vertidos por Texaco.
El “Informe Yana Curi”, a su vez, establece que en un estudio realizado en la población de San Carlos, la cual contiene más de 30 pozos petroleros construidos por Texaco, los índices de cáncer detectados superaban los índices normales respectivos hasta por 30 veces. Sobre las mujeres de comunidades cercanas a los pozos y estaciones de petróleo afirma que “presentaron un riesgo de abortos espontáneos 2.5 veces más alto, es decir, un 150 % más, que las mujeres que viven en comunidades no contaminadas”.
4. La demanda jurídica contra Texaco
Un encuentro casual entre científicos ecuatorianos y abogados estadounidenses en el área de Nueva York, a inicios de los años noventa, dio motivó para que en 1993 dos despachos de abogados estadounidenses iniciaran una demanda judicial contra Texaco en una Corte Federal de Nueva York, por daños ambientales y daños a personas. Nueve años después, el 16 de agosto del 2002, el juez instructor del caso resolvió que era más conveniente decidir el caso ante una corte ecuatoriana, bajo el argumento de que las pruebas estaban en ese país.
Un año después se inició el caso en la Corte Superior de Nueva Loja, Ecuador, donde avanza lentamente ante el enorme poder legal, mediático y económico que despliega la transnacional. Durante la fase de inspecciones judiciales, Texaco usó su amplia experiencia en este tipo de conflictos, para evitar que las pruebas científicas de campo indicasen con claridad su responsabilidad causal en el desastre: tratando de imponer sus protocolos técnicos a los abogados de las victimas; protocolos que están estructurados para derrotar a las víctimas, tergiversando la representatividad de los muestreos, usando la trampa de los promedios y aceptando sólo pruebas de terreno a no más de un metro de fondo, cuando la mayoría de la contaminación se encuentra a mayor profundidad.
Al igual que en el caso de la industria tabacalera, que durante décadas ocultó investigaciones científicas internas que habían demostrado que el fumar causa cáncer, la Texaco ocultó datos respectivos sobre su criminal política antiecológica en el Ecuador. Por ejemplo, un documento interno de la corporación de 1996, demuestra que la transnacional sabía, que los niveles del cancerígeno cadmio eran 19 veces superiores a los permitidos por las leyes ecuatorianas, al igual que los cancerígenos plomo, níquel y fenol que fueron encontrados al menos en niveles tres veces superiores a las normas ecuatorianas.
Otros ardides usados por la transnacional son la “inundación” de la corte ecuatoriana con Informes Judiciales de miles de páginas que son irrelevantes para el caso; de ignorar deliberadamente los estándares ecológicos ecuatorianos, utilizando estándares “internacionales” inventados por sus expertos y tratando de culpar a PetroEcuador por los daños causados. Es por eso, que el Frente de Defensa de la Amazonia calificó a los primeros cuatro informes de Chevron Texaco entregados a la Corte a inicios del año, como “lleno de falsedades, carente de argumentos técnicos, tendenciosos, sin respaldo y sin respecto a las normas nacionales”.
5. 30.000 afectados contra la tiranía transnacional
La multimillonaria estrategia mediática y jurídica de la Transnacional ---que, según los abogados de las víctimas obtuvo ganancias estimadas en Ecuador de entre 20 y 30 mil millones de dólares--- es dirigida desde Miami por el abogado brasileño Ricardo Reis Veiga, exvicepresidente de ChevronTexaco para América Latina. Los estratagemas de Reis Vega en el caso posiblemente “violan las regulaciones que gobiernan a las empresas transnacionales en los Estados Unidos”, dice uno de los abogados de los afectados, Stephen Donziger, porque esas regulaciones “requieren que sus ejecutivos digan la verdad”: “We have concerns that Reis Veiga might be causing ChevronTexaco to run afoul of corporate governance issues by hiding the true nature and magnitude of this potential liability from shareholders and even his own executives.”
Sin embargo, la Transnacional se defiende con todo el enorme poder que tiene. Es la segunda compañía de energía integrada más importante de Estados Unidos; tiene 56.000 empleados y 19.000 gasolineras; opera en más de 180 países; sus ventas alcanzaron 143 mil millones de dólares en 2004, casi 8 veces superior al Producto Interno Bruto (PIB) del Ecuador; sus ganancias en el mismo año fueron de 13.328 mil millones de dólares. Dentro de las cinco empresas occidentales que dominan el mercado mundial energético, Chevron Texaco es la cuarta en importancia, después de Exxon Mobil, Royal Dutch-Shell y British Petroleum-Amoco.
6. El Estado imperialista, amigo de Chevron Texaco
Tanto poder económico se convierte automáticamente en poder político en una democracia capitalista. Y mucho más en una democracia capitalista como la de Estados Unidos, en la cual las corporaciones energéticas son intocables porque su negocio representa un “interés nacional” vital del sistema, y donde todas las doctrinas presidenciales de este siglo han girado en torno al control estadounidense del petróleo mundial.
De ahí que no sorprende, que Dave O´ Reilly, el presidente de Chevron Texaco, sea un entrañable amigo para George Bush. Durante una visita a Abuja, Nigeria, en julio del 2003, George W. Bush elogió cálidamente a O´Reilly, diciendo que “Dave O´ Reilly entiende la definición de la responsabilidad corporativa. Yo valoro altamente el liderazgo de Dave y Chevron. Su trabajo no solo consiste en hacer ganancias para sus accionistas, su trabajo consiste también en mostrar compasión. Y yo aprecio tu liderazgo, Dave”: "Dave O'Reilly understands the definition of corporate responsibility, and I appreciate the leadership of Dave and Chevron. Their job is not only to make a return for their shareholders, their job is to show compassion as well. And I appreciate your leadership, Dave."
Bush respondió de esa manera a un discurso de O'Reilly, en el cual este decía que “todos estamos aprendiendo a hacer negocios en Africa… Se trata de aceptar responsabilidades económicas y sociales más amplias… a fin de crear un entorno en el cual la gente de Africa puede realizar su potencial y alcanzar la prosperidad”: "We are all learning that doing business in Africa is about more than five-year plans and investment strategies. It's about accepting broader economic and social responsibilities…about forging new public and private partnerships to create an environment in which Africa's people can realize their potential and achieve prosperity."
Bush iba acompañado por la nueva “dama de hierro” del imperialismo occidental, su Asesora de Seguridad Nacional, Condoleeza Rice. Invitar a “Condy” era una buena idea: Rice había sido miembro del Consejo de Directores de la Chevron Texaco durante nueve años, obviamente con tanto éxito y encanto, que la agradecida compañía bautizó uno de sus supertanqueros petroleros de 130.000 toneladas a su nombre.
Menos entusiastas se encuentran las organizaciones de derechos humanos y la población del Delta del Níger, donde se extrae el petróleo, quienes recuerdan a la praxis de Chevron Texaco en Nigeria más bien como una historia de destrucción ecológica y colaboración con la corrupta y represiva policía de Nigeria, tal como Human Rights Watch ha documentado, y tal como recuerdan las víctimas ecuatorianas de esta empresa “con compasión”.
7. La batalla final
Este año se decide la batalla judicial en Nueva Loja y la Chevron Texaco hará todo lo posible para no ser condenado a pagar los más de 6 mil millones de dólares en daños ecológicos que ha causado, porque a sus multimillonarios accionistas no les gustaría que la mitad de la ganancia que se robaron en 2004, fuera para las víctimas ecuatorianas, en lugar de parar en sus cuentas bancarias. Están acostumbrados a sacrificar los intereses de la humanidad por sus intereses de ganancia y tratarán de hacerlo nuevamente en este caso, apoyados por Bush y Rice.
Sin embargo, el desastre y su cínica política evasiva ante las víctimas han causado indignación mundial y si se logra aumentar la presión pública, jurídica y política sobre ellos, van a preferir el pago de la reparación al pago del costo político de su imagen corporativa.Esta es la debilidad de Chevron Texaco que hay que aprovechar para derrotarla, en beneficio de sus víctimas en Africa, Indonesia y América Latina.

COMITE ESTATAL CIUDADANO

NO A LAS REGASIFICADORAS


Los caminos de acceso a lo que será de regasificación de SEMPRA y SHELL se iniciaron desde hace casi un año. Usted puede verlos cerca de Bajamar, 23 kilómetros al norte de Ensenada. A pesar de no contar con los permisos establecidos, la obra se echó a andar al estilo más puro de corrupción: a escondidas, inventando justificaciones, negando lo evidente y –ojo,- mucho ojo-, a pesar de todos los argumentos en contra presentados a SEMARNAT por oceanólogos, pescadores, historiadores, sociólogos, arqueólogos, arqueólogos, maestros, etc. Y para que a nadie le quede la menor duda, el mismo Secretario de Medio Ambiente declaró hace unas semanas que las Plantas se pondrían sin importar la opinión ciudadana. Parece se que al señor se le olvidó que vivimos en un país regido por una estructura democrática y no por una dictadura.

Desde hace ocho meses realizamos un Plantón cada sábado en el lugar de las obras . Si bien, no podemos detener la obra, perseveramos en hacer la denuncia:
Ahí se traiciona a un pueblo
Se destruye una de las zonas arqueológicas más ricas de B. C.
La construcción del enorme rompeolas cambiará drásticamente la vida marina
El proceso de regasificación alterará la temperatura del mar aniquilando los procesos de regeneración de la vida marina.
El gas de estos peligrosos depósitos está destinado a Estados Unidos.
Estas Plantas ya no están permitidas en Estados Unidos.
Estas Plantas, después de la etapa de construcción, sólo contratarán a 60 personas, de las cuales, la mayoría serán extranjeros.
Estados Unidos es un pueblo en constante guerra por lo que las plantas se convierten un blanco fácil para un ataque terrorista
México no cuenta con infraestructura militar suficiente para protegernos del terrorismo internacional por lo que la sospecha de que al país entren soldados norteamericanos cada día es mayor.
Es una violación a la soberanía de un pueblo.
SHELL, SEMPRA, CHEVRON traen tras de sí una larga historia de represión, robo y contaminación.
Baja California cuenta con una rica fauna y flora endémica, única en el mundo. su sobrevivencia depende del frágil equilibrio de nuestro clima mediterráneo.
El gas, por ductos subterráneos, recorrerá parte de Rosarito y de Tijuana.
Las autoridades mexicanas no han respetado nuestro derecho a estar informados.
No sabemos cuales son los capitales mexicanos que también participan en este ecocidio.
México cuenta con gas ¿por qué no invertir en explotarlo?

Hace unos días, después de una agresión verbal, un empleado de estas empresas intentó golpear a uno de los compañeros del Plantón. Entre más crece la obra, más les incomoda nuestra protesta.

¿Islas mexicanas en concesión? Miguel León-Portilla

La Jornada México D.F. Miércoles 25 de febrero de 2004

Frente a las costas más septentrionales de México en el océano Pacífico, en Baja California, se halla el pequeño archipiélago de las islas Coronado. Son dos ellas y dos islotes más cuyas siluetas pueden contemplarse en días claros desde las playas de Tijuana y desde las de San Diego. Estas islas son territorio mexicano situado muy cerca de Estados Unidos.
Ahora bien, la prensa, y muy especialmente La Jornada en sus ediciones del 20, 21, 22 y 23 de febrero, han informado acerca de un proyecto de concesionar tales islas o una parte de ellas a una empresa petrolera multinacional, mayoritariamente estadunidense, la compañía Chevron-Texaco. Pretende ésta instalar allí una planta de almacenamiento de gas natural licuado. Según la información difundida por La Jornada, los trámites para dicho proyecto en las islas Coronado se han llevado a cabo en forma sigilosa. Más aún, se añade que, "desde el año pasado en la franja norte de Baja California operan ya cuatro plantas similares de Marathon Oil y Sempra Energy".
¿Qué significa esto? Para responder, recordaré algunos antecedentes. Como lo hemos mostrado ampliamente José María Muriá, actual director del Colegio de Jalisco, y yo en los tres volúmenes del libro Documentos para el estudio de Baja California en el siglo xix, (México, Futura Editores, 1992), existen testimonios irrefutables acerca de más de 20 intentos o proyectos de Estados Unidos por apoderarse de todo o parte de Baja California. Los documentos allí publicados se conservan en el archivo de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Con tales antecedentes, ¿se van a concesionar las islas Coronado y otros espacios territoriales bajacalifornianos a empresas mayoritariamente estadunidenses? Y, ¿el propósito es instalar allí plantas de almacenamiento de gas natural licuado para surtir de ese combustible, mediante gasoductos, a través de aguas territoriales mexicanas, al estado de Alta California? ¿Y de dónde vendrá ese gas?
¿Qué consecuencias puede traer este proyecto para México? Varias organizaciones de ecologistas, incluyendo Greenpeace y otras estadunidenses, han declarado ya, a la vista de tal proyecto, que el gas natural "no es el combustible más seguro ni limpio ni el más barato". La consecuencia es obvia. Dichas plantas significan elevado riesgo ambiental y nulo beneficio para las poblaciones cercanas de Tijuana, Rosarito y Ensenada.
Siendo muy grave el aspecto de la contaminación, hay otro tal vez más alarmante: ¿va a entregar México en concesión el territorio de las islas bajacalifornianas y tal vez otros, sabiendo a ciencia cierta que no sólo esto, sino toda la península ha sido codiciada por nuestros vecinos? Nos arrebataron ellos más de la mitad de nuestro territorio, ¿y ahora vamos a entregarles en concesión otra tajada?
Hablando de concesión, recordemos qué difícil ha sido para Panamá recobrar la soberanía de la zona del canal. Y recordemos que Cuba no ha podido expulsar de Guantánamo a los estadunidenses. Estos utilizan esa base, entre otras cosas, para encerrar allí a los prisioneros que más aborrecen, afganos, iraquíes...
¿Quieren ellos ahora usar territorio mexicano para depósito de un combustible riesgoso? ¿Por qué no establecen sus plantas en las extensas costas de Alta California o en algunas de las islas situadas en las inmediaciones, como las de San Clemente o Santa Catalina? Exhortemos al Congreso a no permitir la propuesta concesión. Los mexicanos debemos tomar plena conciencia de este nuevo riesgo, otra amenaza más a la soberanía nacional.

Tu entorno está a punto de ser transformado, la desinformación es parte de la estrategia.

Ponemos a tu dispocición parte de la información que la sociedad civil ha estado recabando en torno a los proyectos del gobierno para la instalación de plantas regasificadoras transnacionales a lo largo de la costa de Baja California.

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