Sociedad con trasnacionales para ayudar a centroamericanos

Martes 8 de noviembre de 2005

Carlos Fernández-Vega

El inquilino de Los Pinos sueña con la siguiente inscripción: Shell-Chevron-Texaco-Esso-Pemex

LA MAS JOVEN y bella de las seis supera los cinco lustros de edad, y a partir de su nacimiento el gobierno mexicano consideró que para el futuro del país era más que conveniente abstenerse de invertir un solo peso para modernizar la infraestructura de Pemex. Seis son las refinerías que la paraestatal mantiene en operación en territorio mexicano (de 1979 la más lozana), y es propietaria de 50 por ciento (la otra mitad de Shell) de la que funciona en Deer Park, Texas.

ANALITICO, COMO SIEMPRE, el gobierno del "cambio" concluyó que era tiempo de dar un paso hacia adelante para modificar dicha circunstancia y actuar en consecuencia. De allí las dos noticias: la buena, que decidió invertir multimillonarios recursos para construir una nueva refinería, un gasoducto, una planta regasificadora y estaciones de servicio; la mala, que no será en territorio mexicano ni propiedad íntegra de los mexicanos.

EMOCIONADO, EL PRESIDENTE Fox echó a caminar su "proyecto de integración energética" con Centroamérica, y se aferra a privatizar -así sea allende las fronteras- los hidrocarburos mexicanos, dejando a un lado las urgencias nacionales en este renglón.

EN REALIDAD DICHO "proyecto de integración" no será con los gobiernos gerenciales centroamericanos, sino con las trasnacionales energéticas que cómodamente despachan en aquella región. El inquilino de Los Pinos sueña con ver en letras doradas la siguiente inscripción: Shell-Chevron-Texaco-Esso-Pemex, aunque sea en el istmo.
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