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sábado, febrero 11, 2006

Trasnacionales trucadoras de reservas petroleras

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Menos pobres y no engaños

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El presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el mandatario boliviano Evo Morales Foto Ap

A PRINCIPIOS DE 2004, una de las más caritativas hermanitas petroleras, la anglo-holandesa Shell, se vio en la penosa necesidad de reconocer públicamente "un error" de 20 por ciento en la cuantificación de sus reservas probadas (aunque desde 2001 un informe interno del consorcio reconocía la obvia sobre valoración), lo que de inmediato provocó el desplome de sus acciones en la bolsa, la renuncia del presidente corporativo, del director de exploración y producción y una multa de 150 millones de dólares, cortesía de las autoridades bursátiles estadunidenses.

DOS AÑOS DESPUES la historia parece repetirse, pero ahora con música de flamenco, porque la trasnacional española Repsol se encuentra al filo de la navaja luego de anunciar una reducción de 25 por ciento en "sus" reservas energéticas probadas (especialmente en Bolivia), lo que equivale a una rebaja de mil 254 millones de barriles de petróleo equivalente.

CON DICHO ANUNCIO, las acciones de Repsol se desplomaron casi 8 por ciento en una sola jornada bursátil, proporción equivalente a 3 mil 300 millones de dólares, de acuerdo con las estimaciones de la bolsa madrileña. La caída se mantuvo hasta que los papeles acumularon una pérdida cercana a 11 por ciento.

COMO EN SU momento Shell, Repsol "cálculo mal" el monto de sus reservas energéticas probadas y por ello decidió, en aras "de la transparencia", aplicar el correctivo, aunque en los hechos el problema no es de "equivocación", sino de robo en despoblado, porque a la trasnacional se le hizo fácil registrar como propias -en la Bolsa de Valores de Nueva York- las reservas bolivianas de gas y el proceso de producción de hidrocarburos en aquel país sudamericano, con lo que incrementó sustancial, ilegal y fraudulentamente el precio de sus acciones (de 10 a 30 dólares), sus balances financieros y la perspectiva de utilidad, lo que a los ojos de los inversionistas financieros resultó por demás atractivo.
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